El Llanero Solitario
(Gore Verbinski, 2013)
Muchos crecimos admirando en la
televisión las aventuras del legendario Llanero Solitario. Las hazañas de este personaje
y su fiel compañero Toro endulzaron nuestra infancia y la convirtieron en una
joya que forma parte del tesoro de nuestros recuerdos más sobresalientes.
Luego, y como estaba acostumbrado a hacerlo cíclicamente a través del tiempo,
el misterioso héroe despareció quedando poco a poco en un relativo olvido. Este
2013, John Reid alías el Llanero Solitario, ha hecho su regreso de la mano del
director Gore Verbinski y el productor Jerry Bruckheimer, una dupla bastante
conocida por la exitosa trilogía “Los
Piratas del Caribe”. El resultado ha sido considerado desastroso por algunos
críticos pero esta nueva versión del Llanero no podría definirse fríamente como
un fracaso en toda la extensión de la palabra. Le invito a acompañarme, amable
lector, en esta travesía al lejano oeste para analizar el regreso del
misterioso jinete.
Johnny Depp da vida al indio
Toro, Depp se encargó de darle una identidad más definida al personaje pues las
anteriores interpretaciones estereotipadas del mismo causaron algunas molestias
en los nativos americanos. Esta vez Toro cuenta la historia del nacimiento del
Llanero, y es también una pieza clave de esta. Armie Hammer da vida a John Reid
y lo hace de excelente manera. Muy a la
usanza del nuevo cine hollywoodense, esta producción narra los inicios del
Llanero y las peripecias por las que tiene que pasar para formarse como héroe.
Aún cuando el filme ha sido
considerado un fracaso comercial, la era digital por fin permitió crear un
personaje definitivo que solo en nuestra imaginación podíamos visualizar. Esta
vez, el Llanero cabalga en su caballo
“Plata” saltando entre vagones de tren a alta velocidad protagonizando audaces
escenas de acción. La fórmula del director/productor, ya probada en “Piratas”,
vuelve a funcionar, esta vez, en un western
apto para toda la familia.
El Llanero Solitario aún está
esperándole en su sala de cine favorita.