Escila y
Caribdis digitales
Generalmente al hablar de progreso y modernidad uno se piensa que
estamos hablando de términos positivos. El crecimiento tecnológico siempre es
recibido con los brazos abiertos pues es sinónimo de una vida más fácil y
rápida. Sin embargo, parecer ser que los principales aspectos que hacen a una
sociedad realmente funcional se ven directamente afectados por la modernidad
aún cuando esta nos ofrece más rapidez en nuestras actividades diarias. Quizás
no sea precisamente rapidez lo que necesitamos.
Vivimos en una era donde la conectividad es el primer aspecto a cubrir
por un dispositivo electrónico. El rápido acceso desde cualquier lugar ofrece
tranquilidad y contacto inmediato con nuestros amigos y seres queridos. Aún
así, no nos hemos vuelto más sociables y precisamente el celular es la
principal arma para interponer una barrera entre nuestros interlocutores
casuales. Es decir, precisamente la red social electrónica prevalece sobre la
original. La pregunta es ¿Por qué? ¿Cómo es que este autismo digital se expande
entre los seres humanos? Quizás porque es más sencillo estar mirando una
pantalla e interactuar a través de iconos y símbolos. La realidad pudiera ser
que la verdadera interacción social implica esfuerzo y se enfrenta a la
vaguedad de la interacción electrónica que con sus emoticones y memes deja
abierta una interpretación totalmente personal que no demanda ninguna atención
real. El alejamiento de las redes sociales también puede significar una
separación del mundo digital y un desfasamiento en la vida diaria. Esto parece
la versión moderna de los monstruos marinos procedentes de la mitología griega
Escila y Caribdis donde se nos obliga a navegar por el justo medio.
Mientras los autos son más rápidos seguimos llegando tarde a nuestro
destino, mientras la música es más fácil de conseguir la gente escucha menos
música atentamente. Al final la modernidad es una ilusión que confunde la
rapidez con calidad de vida. El efecto microondas le llamaría yo. La manera en
la que tres minutos son simplemente demasiado tiempo.
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