Diario íntimo de un Guacarróquer
Armando Vega-Gil (ZETA ,2008)
Por Héctor
Armando Herrera
Hace algunos años,
específicamente a finales de los 90, mi gusto por la música me llevó a comenzar
a adquirir una publicación 100% mexicana dedicada al rock que en su momento yo
califiqué de ser la Rolling Stone del pais. “La Mosca en la pared” (dirigida
editorialmente por el músico y escritor Hugo Garcia Michel) era una revista de
excelentísima calidad, contenido y, dentro de sus análisis de Rock clásico,
reseñas, artículos y recomendaciones se podía encontrar una sección que
contenía una especie de historia o relato mensual titulado “Diario íntimo de un
Guacarróquer”.
En aquel tiempo comenzaba
a conocer más sobre el Rock Mexicano y sus respectivas etapas, no tardé en
darme cuenta que, Armando Vega-Gil, bajista de una de las bandas más conocidas
de del Rock hecho México durante la década de los 80 y principios de los 90,
Botellita de Jerez, era el encargado de dar vida en esta sección a un personaje
de nombre Armiados Gueva-Vil, músico que formaba parte de una banda llamada “La
maquinita de Pachuca”. Una especie de alter ego o representación de su sombra
personal para contar de manera surreal (quizás no tanto) las experiencias más
curiosas, hilarantes o inverosímiles vividas durante su etapa con “Botellita”
al lado de Francisco Barrios “El Mastuerzo” y Sergio Arau “El Uyuyuy”.
Les confieso que
mientras cursaba la preparatoria y me topaba con la manera de escribir de
Vega-gil, no era capaz de leer mas allá de un párrafo, su manera de escribir
con términos grotescos y escatológicos alteraba mi imaginación y rápidamente
pasaba a la siguiente página, poco a poco fui acostumbrándome a su estilo y fue
este 2012 donde me enteré que todas las publicaciones y algunas historias más
habían sido recopiladas en un libro. Ha pasado tiempo desde 1998 y ese tiempo
donde un servidor se ha dedicado a la música, solo ha ayudado a identificarme
con las extrañas experiencias que vivió Armiados Gueva-Vil. La manera y estilo
de escribir del autor demanda atención, cultura, conocimiento y sentido del
humor. Pero también es atrapante, sumamente entretenida y a veces
aleccionadora.
La edición consta de
tres libros dentro de uno solo, con la misma vena autobiográfica en la cual,
notoriamente se nota un proceso catártico del autor, una especie de
purificación a través de las múltiples confesiones de Vega-Gil que, sin afán de
adelantar ningún contenido, termina triunfalmente y nos hace querer conocer más
de la obra del autor.
Este es un trabajo muy
personal e íntimo como su nombre lo dice. He disfrutado profundamente su
lectura y sobre todo me recordó aquellos días de “La Mosca en la pared”. Este
autor, entre los demás colaboradores de aquella inolvidable publicación, fueron
quienes despertaron en mí el gusto por escribir y eso se les agradece
infinitamente. Recomendado para los fans del Rock Méxicano. ¡Saca!
4 comentarios:
Ahh, cuánta nostalgia en este post Héctor. También leía la Mosca y también, por supuesto, me sorprendí con este relato de Vega-Gil, tan punzante y morboso de principio a fin.
Antes de esta edición creo que salió en cómic pero dado el éxito se agotó inmediatamente; yo lo compré en 2008 apenas supe que salió y me ha arrancado enormes carcajadas en el transporte público y en donde lo lea.
Bien lo dice Sergio Arau: "literatura casi porno con precisión de gíneco-obstetra y guaca humor".
P.D. Por cierto, ¿sabes que Armando Vega-Gil escribe de cine cada 15 días en el semanario eme-equis? Muy recomendable; está disponible en línea.
Saludos
pues a mi me parece un libro súper chido y que vale la pena leerlo.......
Y ahora? Sin el buen Armando 😥
Como voy a rascarme los huevos si ya me comí las uñas!
Por orden oficial quitaron de Porrúa sótano y gandhi sus libros
Publicar un comentario