To Rome with love (2012)
Dir. Woody Allen
Se
pueden decir infinidad de cosas sobre Woody Allen (Allan Stewart) su carrera lleva tantos años, y tantas películas (una por año desde 1969) y es
tan (y a veces no tan) respetado que los elogios y críticas con cada nueva
producción que presenta se hacen al por mayor, es tal la cantidad de puntos de
vista, que en su momento la saturación de reseñas, dimes y diretes nos empuja a
presenciar por nosotros mismos su trabajo. Y créanme, es la única manera de obtener
un resultado confiable sobre la visión de este director, guionista, actor y
músico.
Este
año ha presentado su nueva producción “To Rome with love” o “A roma con amor”.
Básicamente es una comedia romántica donde, un curioso reparto que incluye a estrellas como Alec Baldwin, Jesse Eisenberg,
Penélope Cruz y al gran Roberto Benigni entre otros, protagonizan cuatro
historias paralelas que suceden en Roma. Aunque cada aventura individual es muy
diferente una de la otra, tienen el común denominador de que, a su manera, cada
personaje se ve envuelto en alguna especie de fantasía inexplicable. De esa
manera, por ejemplo, el personaje de Roberto Benigni, un hombre de familia con
una vida rutinaria, de la noche a la mañana se convierte en toda una celebridad
mediática. O Jerry (interpretado por Allen) un productor
de opera retirado, en su viaje a Italia para conocer al pretendiente de su hija,
se encuentra con que su consuegro es poseedor de una hermosa voz que jamás
explotó comercialmente y dicho talento solo es revelado en situaciones poco
convencionales. Eso es solo una muestra de la premisa dominante de esta
producción (por razones de ética les invito a presenciar las demás historias
por ustedes mismos).
Para
los críticos especializados este es un trabajo menor de Woody Allen aunque
están de acuerdo en que la película tiene todo el sello personal del director.
Como admirador ocasional de sus trabajos creo que cumple con el fin primario de
una buena producción que es entretener y emocionar. Quizás no estemos hablando
de una fina pieza de cine de arte, pero las situaciones inesperadas, los
personajes, el humor negro, las ironías y los sarcasmos propios de las mejores
producciones del director Neoyorkino están ahí sin duda.
Si
quiere pasar un buen rato sin tener que recurrir a las “espectaculares”
superproducciones atiborradas de efectos especiales y movimientos de cámara
exagerados, Es recomendable para usted esta película. Ideal para pasar el rato
y admirar, aunque sea a la distancia, una de las ciudades más hermosas del
mundo que en su momento fuera el imperio más poderoso del planeta. Combinado
esto con el humor de Woody Allen, tenemos una divertida y agradable fórmula
ganadora.
1 comentario:
Muchas gracias por la reseña Héctor. Con ella ya me animaste a verla. Por cierto, también le eché unas oídas al Graceland de Paul Simon. ¡Qué disco! ¡Cómo no lo conocí antes! A ver si de vez en vez te avientas un clavado a esos grandes clásicos, ¿no? Saludos
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