Kiss
– Destroyer resurrected (2012)
Generalmente
al hablar de rock clásico surgen mutuos acuerdos sobre que bandas son
indiscutiblemente iconos del género. Hablando específicamente de la década del
70, periodo donde el rock se caracterizó por desarrollarse notablemente en
aspectos como fuerza, propuesta, complejidad y dureza, nadie sería tan necio
como para negar que Pink Floyd, Led Zeppelin o Deep purple son figuras
indiscutibles y predecesoras de cualquier sonido actual que escuchemos hoy en
día en las nuevas propuestas que presenten algún tinte de Hard Rock, Metal o
experimental.
No
sucede lo mismo con Kiss, es decir, la aceptación de los melómanos hacia la
banda oriunda de Nueva York no podría clasificarse de unitaria o general. Sin
temor a relativismos, podríamos dividir la opinión de la audiencia de manera
tajante y decir que quien no ama a “los Kiss” solo puede odiarlos. Claro, habrá
fans mas objetivos que entiendan la irregular carrera de estos músicos y sus
técnicas de mercadotecnia (que vaya que para esto tienen talento) pero para
fines prácticos imaginemos el panorama de manera bilateral.
Y
hablando de Kiss, mercadotecnia y rock, la banda ha reeditado (o resucitado) un
clásico de su carrera. “Destroyer” es su cuarto disco producido en 1976 y uno
de sus mayores éxitos comerciales. También se caracteriza por haber dado
algunos pasos adelante en cuanto a evolución musical gracias a su productor Bob
Ezrin, quien se valió de algunos trucos, arreglos y efectos de estudio para
adornar el producto final que fue esta producción, se entregó un resultado más
propositivo y hasta cierto punto aventurado si comparamos los trabajos
anteriores de la banda con esta obra.
Básicamente
lo nuevo que ofrece “Destroyer resurrected” es una completa remezcla y
remasterización de cada una de sus piezas. Los clásicos “Beth”, “Shout it out
loud” y la abridora “Detroit rock city” se escuchan mejor que nunca (sobre todo
en los audífonos donde sorprende un sonido más amplio y envolvente). Además
presume de presentar por primera vez la
portada oficial que fue rechazada en su tiempo por considerarse demasiado
violenta, aún cuando lo “violento” eran unas ruinas en llamas y solo se cambio
el fondo de la portada final.
La
reedición había sido anunciada como un disco doble lleno de rarezas, demos, y tomas
alternas pero, después de algunos retrasos en su salida, resultó ser un disco
sencillo con solo un bonus track que presume tener un solo de guitarra diferente
a la canción original (Sweet pain).
Algunos
fans no han quedado complacidos con el nuevo “Destroyer”. Personalmente creo
que el intento por revivir este emblemático disco de Kiss se ha quedado corto
y, en el proceso de resurrección, algo definitivamente salió mal, o mejor
dicho, no tan bien. Aún así, siempre se agradecerá escuchar “Beth” o el himno
rocanrolero “Shout it out loud” con mas fidelidad y fuerza.
Si
es usted fan de la banda como un servidor, no se arrepentirá de hacerse de este
disco. Pero no espere demasiado. Solo suba el volumen y disfrute de uno de los
trabajos más representativos de la época gloriosa de Kiss con su alineación
original. Que se divierta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario