Libros
El
extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
(R.L.
Stevenson, 1886)
Hay
historias que tienen la virtud de ser perennes y parecieran tener vida propia
pues a través del tiempo se presentan en mayor o menor grado en los pequeños o
grandes detalles de nuestra vida diaria. Algunos escritores tienen la habilidad
de captar lo más profundo del ser humano, esas raíces psicológicas que todos
tenemos en común mas allá de nuestras creencias, de nuestra educación, de
nuestra nacionalidad. Al final pareciera ser que en realidad compartimos un
“Junguiano” inconsciente colectivo que
nos une y a la vez nos separa cuando nos negamos a identificarlo. El escritor
Robert Louis Stevenson (La isla del tesoro) captó uno de estos detalles de la
condición humana y lo plasmó en una novela que escribió en tres días titulada:
El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde.
El
manuscrito original fue concebido en 1885 como un intento del escritor por
representar la dualidad del comportamiento humano. En pocos días ya tenía una
versión terminada, la cual su esposa aparentemente criticó de manera severa por
su contenido sexual, a lo que Stevenson optó por quemar el manuscrito y
reescribirlo nuevamente en tres días dando paso a la versión final de la
novela. El resultado fue un clásico de la literatura y una historia que
persiste hasta nuestros tiempos.
El
argumento nos sitúa en el Londres del siglo XIX. El Sr. Utterson, abogado y
notario, se muestra atento ante la anécdota de un compañero sobre un tal señor
Hyde, Un individuo agresivo de curiosa y perturbadora complexión física que
comparte amistad con el Dr. Jekyll, un respetable ciudadano, amigo y cliente de
Utterson. Durante la trama , el abogado decide investigar el verdadero lazo que
une a este desagradable ser humano con su buen amigo y poco a poco va develando
como Hyde guarda una relación con Jekyll mas allá de de lo que el pudiera haber
imaginado.
Una
poción diseñada por el mismísimo doctor sirve como catalizador para hacer
resurgir las cualidades instintivas más bajas de este, se describe como un
individuo más fuerte, más joven, ágil y explica a través de una carta como esto
le ayuda a separar su rectitud e identidad apreciada por la sociedad de su
tiempo de la bestia que surge con la transformación. Al final poco a poco Hyde
empieza a tomar control de su creador al punto de llevarlo a la muerte.
La
historia es simple, corta y sencilla pero representa una condición que todo ser
humano debe detenerse a analizar y me refiero a esa doble personalidad que
existe entre lo moralmente permitido y lo instintivamente aceptado. Un
equilibrio que debemos guardar prudentemente a pesar de ser algo tan común en
cada uno de nosotros. Este clásico del escocés R.L. Stevenson está recomendado
para todos los entusiastas de la literatura y por supuesto, de la psicología.
No hay comentarios:
Publicar un comentario