Bela Lugosi
El príncipe oscuro de Hollywood
Las celebraciones
propias de la temporada llegan sin importar nuestros criterios o formación.
Para algunos la celebración del día de brujas en Octubre es un suceso más
memorable que el tradicional festejo del día de muertos y viceversa. Los
argumentos para defender cualquier preferencia sobran y lo mejor que se puede
hacer es respetar las opiniones ajenas y agradecer la diversidad. Lo que es
cierto es que estos días se llenan de un ambiente innegable que, en cualquier
ocasión, es recomendable disfrutar.
Mis colaboraciones con
esta su publicación han sido exclusivas del cine por lo que, después de
pensarlo un poco, decidí aprovechar las fechas para dedicar una breve reseña a
una gran figura de los inicios del cine de horror en Estados Unidos. Aún cuando
falleció hace más de 50 años su legado sigue rompiendo la barrera del tiempo y
es sin duda una referencia inmediata de cualquier conocedor del género de
horror. Hablo del gran Bela Lugosi.
Béla Ferenc Dezső Blaskó
Nació en Octubre de 1882 en Lugoj, Transilvania. El actor adoptó el apellido de
su pueblo natal para conformar su nombre artístico y hacer carrera en el teatro
interpretando gran cantidad de papeles incluidos los clásicos de Shakespeare y
algunas operettas. Durante la etapa del cine mudo, participó en algunas
producciones alemanas y en Octubre de 1920 decidió emigrar a los Estados
Unidos. Después de participar en obras menores junto con otros actores
inmigrantes para pequeñas audiencias, consiguió papeles menores en producciones
norteamericanas. Pero su momento llegaría en 1927 al recibir la propuesta para
interpretar al conde Dracula en una producción de Broadway. La puesta en escena
fue un gran éxito y en gracias al buen recibimiento por parte de la crítica y
la audiencia fue requerido para actuar en pequeños papeles en películas
sonoras. En 1931 llevaría Dracula a la pantalla grande de la mano del director
Tod Browning. Con esta producción, alcanzaría su pináculo como actor.
Junto con el éxito
logrado vendría un encasillamiento del actor en el papel que le dio la fama.
Gracias al carácter y personalidad mostrados en Dracula, las producciones donde
era requerido le pedían personajes de acento y temperamento muy parecidos a los
del conde. Cuando recibió la propuesta para encarnar al monstruo de Frankestein
en el clásico de Mary Shelley, al actor le pareció limitante la falta de
diálogo y el maquillaje que hacía de la criatura un personaje poco atractivo
con el público. Bela rechazaría el papel y en su lugar lo interpretaría el
inglés Boris Karloff. Esto daría inicio a una clásica rivalidad cinematográfica
que persiste hasta nuestros tiempos.
Poco a poco la
actividad profesional del actor fue mermando mientras hacía menos apariciones y
papeles más pequeños en producciones de bajo presupuesto. Esta falta de trabajo
acentuó su adicción a las drogas y para 1950 estaba casi desempleado. Un joven
director de nombre Edward D. Wood se encargaría de invitarlo a participar en
producciones menores y de bajísima calidad. Pero el carácter y profesionalismo
de Lugosi se vería en cada escena hasta el momento de su muerte.
Después de un periodo
de rehabilitación y tratamiento de su adicción, el actor estaba listo para
volver triunfalmente al firmamento Hollywoodense pero sufriría un ataque al
corazón en Agosto de 1956 cerrando así las posibilidades de un triunfal
regreso. El actor fue sepultado con la capa de su personaje como siempre lo
pidió.
Hasta nuestros días,
Bela Lugosi sigue siendo un referente en cualquier alusión al cine de horror y
sus derivados. Su legado seguirá siendo influencia y es así como, al igual que
su personaje, el mítico actor ha alcanzado la inmortalidad. Bela Lugosi, el eterno
príncipe oscuro de Hollywood.
Tres películas
recomendadas de Bela Lugosi.
-Dracula
(1931)
-The invisible Ray
(1936)
-The Ghost of Frankestein (1942)
Hectorarmandohv@gmail.com